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ABRAZA TU SUMISIVIDAD
Un maricón debería aceptar su sumisión. Disfrútala. Valórala.
Es esta sumisión la que le permite alcanzar la autorrealización. Y es esta sumisión la que atrae a un Alfa a usar al maricón.
La sumisión de un maricón es lo que le permite entregar su ego a otro hombre.
Es por eso que un maricón está dispuesto a desnudarse y arrodillarse cuando se le ordena. La sumisión del maricón es la razón por la que anhela la intensa descarga de la humillación.
Un buen Alfa sabe cómo aprovechar la sumisión inherente de un maricón y usarla para que se sienta expuesto e impotente.
El Alfa sabe la importancia de desnudar al maricón delante de otras personas. Entonces, cuando queda expuesto, el Alfa le escupe en la cara. Luego le mea en la boca. Cuando un maricón está desnudo, duro y degradado delante de otros, su ego empieza a desmoronarse. Haz que se corra en el suelo y luego lame mientras otros hombres miran.
Cuando el maricón está lo suficientemente destrozado y degradado, su culo está listo para servirte la polla y la de todos tus amigos.
Exponer a un maricón no es cruel. Es un paso crucial para romper su ego. Cuando un maricón se expone desnudo, duro y vulnerable delante de otros hombres, puede empezar a aceptar su rol. Cuando un maricón finalmente declara "SOY UN MARICÓN" en voz alta delante de una sala llena de desconocidos y luego se ofrece a ellos, por fin puede ser libre.
Rompe todas las barreras que el maricón ha construido. Haz que acepte su sumisión. Le estás haciendo un favor. Al final, un maricón sumiso es un maricón feliz.
Yo soy un bujarra para uso fijo.